¿Es usted víctima de una estafa de ejecución hipotecaria?

Todavía puede evitar ser estafado.

Como propietario, usted nunca quiere pensar en el término “ejecución hipotecaria”. Si esto pasa por su mente, hay una buena probabilidad de que esté teniendo problemas para pagar su hipoteca cada mes. Incluso si se encuentra en una posición incómoda, es importante recordar una cosa: hay formas legítimas de re encaminarse.

Estafas comunes en foreclosure

Sólo porque se haya atrasado en su hipoteca, no significa que embargarán su hogar. Sólo significa que usted debe comunicarse con su prestamista o banco, considerar todas las opciones a su disposición y preparar algo que le permita quedarse en su hogar por el momento. Desafortunadamente, hay personas que se aprovechan de los propietarios que se encuentran en posiciones incómodas. Estas personas crean estafas de ejecuciones hipotecarias intentando hacer dinero de aquellos que están vulnerables.

Si usted se enfrenta a una ejecución hipotecaria, es fácil bajar la guardia. Después de todo, usted hará cualquier cosa para evitar que su hogar sea embargado. Por esta razón, es fácil ir contra todo lo que sabe y caer en manos de estafadores.

Qué buscar.

Lo bueno es que usted está al tanto de que existen las estafas de ejecuciones hipotecarias. Usted sabe que hay gente que quiere aprovecharse de usted, por lo que esto debería ponerlo en una mejor posición. Este conocimiento debería hacerle más fácil identificar las estafas que tienen la intención de sacar el dinero de su bolsillo.

Una estafa de ejecuciones hipotecarias tiene muchos signos, algunos siendo más fácil de identificar que otros. Estas son unas de las frases que deberían alertarlo:

  • Detenga hoy la ejecución hipotecaria.
  • Una modificación de préstamo puede ayudar.
  • El 99 por ciento de nuestros clientes obtienen alivio.
  • Ofrecemos una garantía del 100% devolución de dinero.
  • Mantenga su hogar con nuestra ayuda.

Estas frases tienen la intención de captar su atención para que una vez que se sienta atraído, los estafadores le empiecen a mostrar lo que han hecho por otros y le expliquen cómo puede salvar su hogar.

Por supuesto que estas “compañías” no les importa para nada otorgarle asistencia. En lugar de eso, ellos están más preocupados por una sola cosa: hacer dinero a su costa.

Cómo funciona.

He aquí el problema con las estafas de ejecución hipotecaria: no hay dos tácticas que se parezcan.

Con esto en mente, es difícil que las autoridades mantengan el ritmo con lo que están haciendo estos estafadores.

Generalmente hablando, todo comienza cuando estas personas recopilan la información relacionada a los propietarios angustiados, habiendo muchas formas de descubrir esta información. Por ejemplo, los avisos públicos de ejecuciones hipotecarias en los periódicos muestran el nombre y la dirección de aquellos en problemas. Además, muchas bases de datos en internet dan la información que estas personas podrían necesitar. A partir de allí comienza la estafa. Lógicamente, el próximo paso es que el estafador le envíe una carta al propietario.

Aviso: algunos eligen otros medios para contactar a los propietarios, tales como anuncios online y comerciales televisivos.

Desde luego, no se sorprenda si también ve folletos y brochures promocionando los servicios que podrían ayudar a los propietarios a prevenir la ejecución. Independientemente de cómo estas personas contactan a los propietarios con problemas, su misión es sencilla: hacer que la gente se interese en lo que venden. Ellos saben que tasa de conversión puede que no sea alta, por lo que continúan anunciando y promocionando sus servicios de cualquier forma posible.

Una de las estafas más comunes es cuando un estafador afirma que trabajará directamente con su prestamista para prevenir el proceso de ejecución. Por una tarifa, ellos prometen actuar como su voz, asegurándose que su casa no será embargada. Sin embargo, al final nada sucede. La compañía o no hace nada o hace el trabajo mínimo en un intento de evitar problemas con la ley.

Si usted se encuentra con un trato que sea muy bueno para ser verdad, probablemente lo sea. Si usted está interesado en aprender más, asegúrese de hacerlo con mucho cuidado. Estos son unos consejos a seguir:

  • Nunca debería compartir sus datos confidenciales con nadie.
  • Nunca debería pagar por un servicio por adelantado.
  • Usted debería leer la letra pequeña antes de aceptar algo.

Si bien usted se puede sentir tentado a conseguir ayuda, usted no tiene que subestimar tomando un riesgo. En lugar de eso, puede trabajar con una organización confiable, tal como el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos, con el que puede recibir orientación gratis para evitar ejecuciones hipotecarias.

La lucha continúa.

A pesar del hecho que el gobierno está aplicando mano dura sobre las estafas de ejecuciones hipotecarias, no hay forma alguna de quitarles el negocio a todos estos estafadores, quienes siguen apareciendo, especialmente cuando las tasas de ejecuciones hipotecarias están a la alza. La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) ha implementado una regla especial, conocida como la ley MARS (en español Servicios de Socorro de Asistencia Hipotecaria), la cual hace ilegal que las compañías cobren tarifas hasta que el propietario reciba y acepte una oferta de asistencia de parte del prestamista.

Con esta ley en orden, incluso si usted acepta los servicios de una compañía en particular, usted no está obligado a pagar hasta que reciba resultados y aun así, hay estafadores que no les importa esta ley, sino que están tan concentrados en estafar a los propietarios que están dispuestos a romper la ley para obtener ganancias.

Tome precauciones.

Si usted se enfrenta a una ejecución hipotecaria, es importante entender que hay estafadores afuera que quieren aprovecharse de su infortunio. Saber cómo identificar las estafas es una buena forma de comenzar a tomar precauciones y además, sería bueno que se familiarice con las formas legítimas de prevenir la ejecución hipotecaria para que pueda permanecer en su hogar.